Ahora que el tema de las universidades privadas de segunda, tercera y hasta cuarta categoría se está debatiendo en el Perú, una noticia que quizá podría pasar desapercibida me ha llamado la atención. En realidad, no una noticia, sino un anuncio: la Universidad Privada Telesup está promoviendo, como parte de su oferta de posgrados, un Diplomado en Gestión Pública. Y lo hace basándose en el supuesto prestigio, experiencia y gran conocimiento de su profesor estrella. ¿Quién? El ex alcalde de Lima Luis Castañeda Lossio. 

Telesup, por cierto, es propiedad del congresista José Luna, figura prominente de Solidaridad Nacional, la agrupación del propio Castañeda. Quien está en la plana docente de tal centro de estudios desde hace algún tiempo, o sea que la cosa no de hoy. Este es el anuncio:

Y me ha llamado la atención porque, si bien no puede dudarse que Luis Castañeda tiene una larga trayectoria en asuntos de gestión pública, sí puede uno preguntarse si su trayectoria ha sido positiva. De hecho, la idea de que Castañeda es "el mejor gestor", como dice el anuncio, es por decir lo menos cuestionable.

Y no lo digo yo, sino él mismo. ¿No es este el mismo Luis Castañeda Lossio que declaró ante fiscales y jueces que él "no sabía nada" sobre el pago de casi 36 millones de nuevos soles a la empresa Comunicore, durante su administración en el municipio capitalino? ¿No es el mismo Castañeda que fue denunciado penalmente por ese pago, hecho con premuras y entre sombras, y debió interponer hábeas corpus tras hábeas corpus para librarse del asunto? ¿No es el mismo que continúa proclamando, y probablemente lo hará hasta la tumba, su completa ignorancia en la materia? 

Sí, es el mismo.

Digamos que se le cree: confesión de parte, relevo de pruebas. A menos que vaya a enseñarles a los pobres muchachos de Telesup cómo es que al mejor gestor se le escapa tamaña cifra por debajo de las narices, nos permitimos dudar de sus calificaciones para el puesto, y nos permitimos recomendar que nadie se matricule.

Ahora, si lo que va a enseñar es una manera digamos que "distinta" de entender la gestión pública, pues a lo mejor hay algo que aprender de él. Porque algún truco debe conocer Castañeda para seguir en la mermelada, cuando hace rato debería haberse ido a otra parte.