María Dolores Pérez tiene 57 años y reside en el sur de Caracas. En 1999 perdió a su marido tras recibir un balazo en un atraco registrado en su propia casa. Quedó sola y con tres hijos adolescentes. Sin embargo, la delincuencia regresó para trastocar nuevamente su vida. En 2007 asesinaron a su hijo mayor mientras trabajaba, y en 2013 perdió a otro de hijo en condiciones similares, informa La Vanguardia. 

“Justo cuando comenzaba la Navidad a mi hijito menor lo mató un adolescente que iba armado y quería quitarle el celular. A mí la delincuencia me quitó todo, una vida feliz junto a mi familia. Ahora sólo quedamos mi hija y yo, estamos ciegas de dolor y sobre todo tenemos mucho miedo. Vivimos en una zona donde es más fácil ver una pistola que un paquete de arroz o una barra de pan” sentencia María Dolores en el diario La Vanguardia. 

Sin embargo, el caso de María Dolores no es un hecho aislado. Según datos del Observatorio Venezolano de Violencia, 2013 fue el año en el que se registraron más cantidad de homicidios (24,763; unos 79 por cada 100 mil habitantes) desde la llegada del chavismo al poder, en una tendencia ascendente desde 2004.

La muerte de la miss Venezuela

A pesar de que la violencia forma parte del día a día de los venezolanos, la gota que colmó el vaso fue el doble asesinato de la miss y exitosa actriz de telenovelas Mónica Spear y su exesposo, el irlandés Thomas Henry Berry. Una fatal noticia que estremeció al país y provocó una ola de indignación y asombro. Las redes sociales se llenaron de críticas y la etiqueta #MonicaSpear en una tendencia nacional. 

Las consecuencias fueron notables. En primer lugar, el doble crimen hizo que, lo que parecía casi impensable, ocurriera. El presidente Nicolás Maduro y su rival Capriles, abandonaron sus contrarias posiciones y se estrecharon la mano durante una reunión convocada por el mandatario con motivo del suceso. Su objetivo era claro: estudiar un necesario plan de seguridad. 

No fue lo único. La tragedia obligó a impulsar cambios en la política de Maduro. Como resultado de la reunión, gobierno y oposición han establecido un “cronograma de trabajo para combatir la inseguridad” en todos los estados del país, afirmó el vicepresidente Jorge Arreaza en su cuenta de Twitter. Maduro planteó así el inicio de un trabajo que "en un mes tenga resultados concretos en la práctica y en la formulación de una política" para combatir la violencia y la inseguridad, informa Efe.

Sin embargo, ahora la trágica muerte de Spear también moviliza a la ciudadanía. Buscan una respuesta a su indignación y una solución ante las escandalosas cifras de homicidios que registra el país -100,000 asesinatos en los últimos 10 años-. Así, las redes sociales citaron a ciudadanos el  “12 a las 12” en la Plaza Venezuela, donde, según la convención, divide a Caracas entre su zona este, de mayoría de clase media, y la zona oeste, de perfil obrero y popular. Es más, tan solo dos días antes, miembros de la policía se enfrentaron a una banda en un intenso tiroteo. El resultado fue fatídico: un delincuente muerto y una transeúnte, que esperaba en un paradero de autobús, herida de bala. 

Más de un centenar de venezolanos llevaron flores que dejaron sobre el césped de la plaza para dar paso a un minuto de silencio. No hubo cabida a las consignas. 

Nuevos detenidos

Las autoridades venezolanas anunciaron ayer la detención de un joven de 18 años presuntamente vinculado con el suceso, informa Europa Press. 

Sin embargo, el abogado penalista y criminólogo Miguel Gutiérrez denuncia en La Vanguardia, que "en el país existe un índice de impunidad del 90%, por lo que sólo 9 sospechosos son detenidos por cada 100 homicidios". “Persiste la impunidad, hubo altos niveles de impunidad en distintos tipos de delitos, no solamente los vinculados a los derechos humanos, sino en todo tipo de delitos” agrega el abogado Marino Alvarado, director de la ONG Provea.

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