Advierten sobre dificultades de las asociaciones públicos-privadas en el sector salud
Artículo de la OMS revela problemas en cuanto al costo, calidad, flexibilidad y complejidad de los proyectos de salud que cuentan con capital privado en Australia, España y el Reino Unido.
Perú está a puertas de recibir el ingreso del capital privado en la sanidad pública, en momentos en los que se cuestiona este sistema en otras partes del mundo. Un reciente artículo publicado en el Boletín de la Organización Mundial de la Salud (OMS), número 84, recoge una gama de dificultades que se han producido en países como Australia, España y el Reino Unido, a raíz de las asociaciones públicas-privadas.
El artículo revela que aunque la experiencia es “todavía muy limitada” y “no se han hecho evaluaciones rigurosas”, han aflorado cuatro factores en los que las asociaciones públicas-privadas, con variantes entre cada país, generan limitaciones: costo, calidad, flexibilidad y complejidad.
“Los nuevos servicios han sido en general más costosos que si se hubieran empleado los métodos tradicionales. En comparación con el sistema habitual, los nuevos servicios suelen construirse respetando los plazos y el presupuesto, pero ello se logra a menudo a expensas de la calidad”, señala el artículo.
Asimismo, concluye que si bien es prematuro afirmar que los problemas surgidos están relacionados con el sistema empleado o con su ejecución, refiere que al parecer este sistema complica aún más la "ya de por sí difícil tarea de construir y dirigir un hospital".
Agrega que la financiación privada de las infraestructuras públicas, siempre discutida, ha llegado a ser ampliamente aceptada. “Sin embargo, los resultados prácticos no parecen haber estado a la altura de lo que se espera de las empresas de financiación privada"
Tal y como ocurre en el Perú, el artículo indica que el debate sobre los méritos de los diferentes enfoques se ha caracterizado por "la ideología y no en pruebas", con la renuencia a realizar evaluaciones. "Es imposible decir si el modelo subyacente a la colaboración público-privada es deficiente o si las dificultades con tales esfuerzos son el resultado de errores en su ejecución".
"Una interpretación plausible es que la complejidad adicional de la colaboración público-privada hace que todos, pero los proyectos más sencillos demasiado difícil. La incertidumbre que rodea a la función y el valor de la colaboración público-privada en la atención de salud necesita una solución urgente", concluye el informe.
Especialista en debate
Para Juan Arroyo, investigador en temas de Salud de Centrum-Católico, el ingreso del capital privado a la sanidad pública no es significa la "panacea" que remediará todos problemas que presenta el sector en el país. Sin embargo, refiere que tampoco se puede "satanizar" al sector privado.
Señala que lo gravitante es reglamentar detalladamente el ingreso del capital privado para evitar que se produzcan excesos, en el afán de las empresas de querer rentabilizar al máximo sus ganancias.
Desde la otra orilla Augusto Rázuri, también experto en temas de salud, señaló hoy al diario Gestión que el Estado no cuenta con los recursos necesarios para el aseguramiento universal de la salud, por ello la apertura al sector privado es la "mejor salida". Agregó que se debe procurar que la estructura de costos de los proyectos sea atractiva para los inversionistas.
Postores interesados en el Hospital de El Niño
Mientras tanto según informó a Gestión la asesora de despacho ministerial del sector salud Cecilia Má Cardenas a la fecha existe siete postores que pugnan por gestionar el Instituto Nacional de Salud del Niño, el primer proyecto en el que el Minsa permitirá el ingreso del capital privado.
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Editor y periodista. Escribo informes, reportajes y crónicas que han aparecido en diferentes diarios. Formo parte del equipo de La Mula.
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