En este video, dirigido por Javier Corcuera y producido por La Mula Producciones, el poeta Carlos Germán Belli habla sobre sus orígenes literarios, su vida familiar y su visión de la vida y de la poesía, marcada por un radical realismo que no pierde, sin embargo, un trasfondo de esperanza. La felicidad puede ser inalcanzable, dice Belli, pero estamos obligados a buscarla. El video hace parte de la exposición bio-bibliográfica "Belli, el poeta del Hada Cibernética", que se presentó este mes en el Centro Cultural Garcilaso de la Vega del Ministerio de Relaciones Exteriores, inaugurando su ciclo de homenajes a poetas peruanos vivos. Para acompañarlo, hemos recogido algunas opiniones sobre la obra de este autor tan importante en la tradición peruana contemporánea.

Salve, Belli

La obra poética de Carlos Germán Belli trasciende el tiempo. La solidez de su proyecto, en donde convergen elementos tan distantes, no pierde actualidad y, además, destaca por su carácter experimental y de constante búsqueda. Su obra halla recepción en autores y críticos de distintas edades, quienes encuentran en ella un aliento fresco y a un nigromante de nuestros tiempos. 

El poeta peruano Nilton Santiago, ganador de los premios de poesía de la Fundación José Hierro y, recientemente, el Tiflos de Literatura de la Once, nos comenta cómo percibe la obra de Belli, quien “aparece como una suerte de alquimista que, valiéndose de la tradición de la poesía más clásica y casi medieval, nos trae a la mesa una poética muy actual y contemporánea, inaugurando una suerte de puente que nos lleva a transitar entre los viejos asuntos de la poesía —la muerte, L'amour physique, la belleza de lo efímero— y las contradicciones y desasosiegos de la existencia del “hombre moderno” en la sociedad de consumo, víctima de los propios aciertos de la modernidad y sus rutinas. Los poemas de Belli, con todas sus luces y sus muchas sombras, nos revelan que el secreto de la poesía es borrarnos para ver, desaparecer para llegar a ser todas las presencias, pero también que la poesía puede ser tan hermética como un virus cibernético”.

Por su parte, Carmilo Fenández Cozman, crítico literario y miembro de la Academia Peruana de la Lengua, comenta que “la poesía de Carlos Germán Belli constituye una de las más originales de la lengua castellana del siglo XX porque ha sabido combinar la tradición clásica (la poesía de Petrarca, la lírica española de la Edad de Oro) con la perspectiva vanguardista (el surrealismo, el futurismo, el letrismo, entre otros aspectos). Belli medita acerca de la modernidad a través de la poderosa y convincente metáfora del “Hada Cibernética”, donde se percibe la secularización tan típica de la modernidad y la crítica de la racionalidad instrumental que deshumaniza a los hombres al plantear que lo racional es solo sinónimo de lo útil. Ha retratado las estructuras del poder en la Edad Moderna, cuestionando el proceso de discriminación lingüística y cultural de los grupos excluidos, los cuales son expulsados de su casa y tildados de ‘salvajes’ por los grupos de poder hegemónico”.

El poeta Arturo Corcuera, ganador de varios premios internacionales y reconocido por su obra Noé delirante, entre otras, enfatiza en la vigencia de la obra de Belli y en el modo en que su poesía combina elementos clásicos y contemporáneos: “En estos tiempos del auge de la tecnología, desde hace ya varias décadas la fantasía de Carlos Germán Belli, adelantándose, inventó una Hada Cibernética para que esta maga lo aliviara de las fatigantes tareas cotidianas, solo con solicitárselo, y lo iluminara en los afanes de la creación. Así pudo revivir arcaicos vocablos que estaban en desuso, decires olvidados, formas métricas de viejo cuño, como la sextina a quien le devolvió la salud, rescatando de paso a uno de sus más grandes cultores ‘el divino’ Fernando de Herrera, desdeñado en la época moderna. Del mismo modo consiguió Belli que su poesía se conciliara, hasta fusionarse, en algunas instancias, con las propuestas de la vanguardia literaria, configurando un universo muy particular, con una atmósfera propia. Se diría que, paradójicamente, bebiendo de fuentes de envejecido linaje, Belli ha rejuvenecido la poesía en lengua castellana”.

Por su parte, Carlos López Degregori, quien fuera miembro del grupo La Sagrada Familia y autor de Una mesa en la espesura del bosque, afirma que la obra de Belli es una búsqueda constante y un modo de establecer una cartografía: “Un recordado lingüista de la primera mitad del siglo XX, S. I. Hayakawa, recordaba que el lenguaje y los distintos textos son ‘mapas’ que pretenden recoger y representar un territorio que es el mundo y la realidad de nuestras experiencias. Hablar o escribir es, así, cartografiar, delinear complejos mapas que delimiten el mundo, fijar hitos, explicaciones, linderos. Quiero proponer que en todos estos años, la poesía de Carlos Germán Belli ha trazado un riguroso mapa que recoge el informe, áspero y violento reino de ‘nuestro tiempo terrenal’. En sus primeros libros (los de los años sesenta), la realidad y la angustia desbordan el mapa y el orden que representa”.

Además, menciona que los tres libros Sextinas y otros poemas, En alabanza del bolo alimenticio y Canciones y otros poemas, recogidos en la edición que publicó en ese entonces el Instituto Nacional de Cultura Versos reunidos (1970–1982), significan en el proceso poético de Belli la concreción de un mapa: las estructuras rigurosas, las formas clásicas y consagradas por la tradición, son los contornos cartográficos que pueden asir y encauzar tan violentos contenidos. Esa es la clave del poema en prosa “Asir la forma que se va” que declara la fe en la forma, “no por el riesgo del vacío, sino por el puro placer de disfrutarla”.

Finalmente, López Degregori reflexiona sobre el uso que Belli hace de las composiciones clásicas para escribir poesía: “¿Qué sentido puede tener hoy ese fervor por la forma? Al margen de enrostrarnos el carácter artificioso de la poesía; ella, la forma, parece recordarnos que todas nuestras propuestas de orden (o mapas) son subterfugios o falsos asideros. Al final solo resta el empeño de una radiante construcción que nos mira y se ríe de nosotros en su estructurado misterio”. (José Agustín Haya de la Torre) 

Leetambién en LaMula.pe:

Carlos Germán Belli: hombre entre los hombres

Clásica modernidas: las sextinas de Carlos Germán Belli

Más allá del poema: una entrevista a Carlos Germán Belli