Jessica Vargas sabe que su reelección como alcaldesa de Barranco está cuesta arriba. Los sondeos de opinión la ubican en tercer lugar, con muy pocas chances de revertir la tendencia. Y por si fuera poco, quien la reemplazaría sería nada menos que Antonio Mezarina, el exburgomaestre del distrito, cuya gestión Vargas no ha dejado de fustigar debido a los actos de corrupción que dice haber descubierto. 

“Mezarina [candidato de Alianza para el Progreso] es un alcalde corrupto y me sorprende que los vecinos pretendan volver a elegirlo. Creo que no están enterados sobre los ilícitos que hubo en su gestión. Encontramos desde líneas telefónicas de su casa pagada por la municipalidad hasta cambios de zonificación hechos en los últimos días de su gestión para beneficiar a Bordemar (zona de restaurantes ubicados en la costa verde)”, dice Vargas en su local de campaña del PPC en la avenida Bolognesi. Recuerda, además, que no tuvo una entrega de cargo “normal”. “A mí no me entregaron proyectos en cartera ni balances financieros. Ni siquiera el patrimonio de la municipalidad estaba saneado”.

Pese a que el apoyo vecinal no le es favorable, la alcaldesa defiende su gestión enumerando las obras que se han emprendido, así como las mejoras administrativas. El símil para la alcaldía de Barranco, según Vargas, es el de una casa en desorden y endeudada. Al término de cuatro años, sostiene, la municipalidad continúa endeuda, pero está en camino de sanear sus compromisos.

“Barranco tiene un presupuesto de 22 millones al año, pero el 95% se usan para pagar los gastos y deudas. Nuestros antecesores no pagaron las obligaciones sociales [de los trabajadores municipales]. Tenemos 37 millones de soles en deudas, 21 millones dejó Martín del Pomar [alcalde entre 2002-2006] y 16 millones Mezarina [2006-2010]”.

Vargas destaca como logros haber reducido el índice de inseguridad en 45% (compraron cámaras, motos, instalaron una central de monitoreo, aumentaron el número de serenos, entre otros) y la rehabilitación de más de 70 pistas y veredas. Además, sostiene que está “orgullosa” de haber generado proyectos que han sido aprobados por los ministerios de Economía y de Construcción y Vivienda aunque, por las demoras administrativas, serán ejecutados recién en la siguiente gestión.

“Yo hago un balance positivo. Dejó muchas cosas pendientes en la agenda. Por supuesto que ha habido errores, pero no ha habido corrupción”, asevera. Proyectos que se han gestado en sus cuatro años al mando de la Municipalidad y que de mantenerse la tendencia en las encuestas no alcanzará a inaugurar son: La casa de la juventud, el fonicular, la restauración del Puente de los Suspiros y la construcción del centro cultural en la Ermita del distrito, entre otros.

Entonces, ¿por qué los vecinos no la respaldan? “Ha faltado comunicación, por ejemplo, no he inaugurado ninguna obra. Hemos hecho más de 70 pistas y no las inauguré. Y como hay poco recursos no hice mucho material de difusión. Porque hemos hecho un hospital municipal, parques infantiles, pistas. Hemos ganado un concurso en el Foniprel, son 1 millón 400 soles para invertir en seguridad que van a llegar. Considero que la propuesta no ha llegado como debería llegar, quizá también por la demora en las obras. Pero yo no quiero creen en esas encuestas. Ya veremos que ocurre este 5 de octubre”, concluye.

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