Fátima Rodríguez Serra es vecina de Miraflores desde hace más de treinta años. Una mañana de 2007 mientras paseaba por el Malecón Cisneros se percató que un tramo de la vereda de este temblaba casi de la misma forma que se siente cuando uno se queda quieto sobre el Puente Villena. En el caso del puente, obviamente, el hecho de que haya un vacio debajo da esa sensación, ¿pero qué pasaba con dicha vereda?
Tras asomarse solo un poco por encima del muro que protege a los transeúntes del acantilado y bajando después a la Costa Verde, fue que se dio cuenta del problema: la vereda se encuentra prácticamente sobre el aire. De inmediato, cuenta, puso sobre aviso al Municipio pero no encontró respuesta. Han pasado ya siete años y dos alcaldes, y asegura que pese a haber insistido con la denuncia la reacción edil ha sido la misma: nula.
Fátima decidió entonces contar el problema a través de su blog en LaMula.pe donde da cuenta de varios problemas de su distrito. Y como en nuestro caso 'si el mulero viene a La Mula, La Mula también va al mulero', recogimos su testimonio y fuimos hasta el tramo del malecón para comprobar si los cientos de transeúntes que circulan a diario por él, se habían dado cuenta que por unos segundos caminan prácticamente sobre el aire.
Si la denuncia ha llegado hasta la Municipalidad, ¿por qué esta no toma cartas en el asunto y revisa si la estructura de dicho tramo de vereda es segura? Si un vecino lo hace notar y lo reclama a través de las redes sociales, ¿por qué se le bloquea de estas? ¿Debemos esperar a que suceda algún accidente para considerar recién el peligro al que están expuestas tantas personas?
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